Después de pasar 4 noches en el albergue de Brienz, llegó el momento de marchar hacia nuestro siguiente destino: Friburgo. En el camino volvimos a pasar por Thun e Interlaken y, de camino hacia Berna, dejamos atrás las maravillosas montañas de los Alpes.
Nuestra primera parada fue Berna. Aquí les esperaba a Mario y David una sopresa, puesto que no sabían que una de las principales atracciones turísticas de la ciudad son los osos en cautividad que se encuentran en la entrada de la villa (hay que recordar que el oso es el emblema de Berna).
De todas maneras el verdadero encanto de la ciudad es la calle principal, la cual contiene ambos lados el paseo porticado más largo de Europa. En esta ocasión Rosa tuvo mala suerte, ya que era fiesta en Berna y todas las tiendas del paseo estaban cerradas. Sin embargo pudimos disfrutar de un agradable paseo y, por una vez, del placer de comer en un restaurante por un precio asequible.
Tras dejar Berna llegamos a Frigurgo. Después de descansar fuimos a dar un paseo por la ciudad. Y aquí nos llevamos una pequeña decepción, puesto que Friburgo no tiene nada especial. Quizá lo que más nos gustó fue el albergue donde nos hospedamos, el cual formaba parte de un complejo hospitalario del siglo XVIII.
Itinerario en coche Brienz-Berna-Friburgo
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