Viaje a Suiza I: Llegada a Brienz

Han llegado las vacaciones  y, como en el verano pasado, decidimos realizar un viaje fuera de España para poder repetir la gran experiencia que vivimos el año pasado en Holanda. Y esta vez el destino elegido ha sido Suiza . 

Nuestra aventura empezó con el viaje en avión de Barcelona a Milán. Llegamos a mediodía y nada más recojer nuestro equipaje cogimos un coche de alquiler para ir a nuestro primera parada: Brienz. Esta pequeña localidad está situada en el cantón suizo de Berna y se encuentra en el centro de todas las excursiones que se pueden realizar por la parte central de los Alpes.

El viaje en coche duró unas tres horas , tiempo que se pasó volando porque, entre otras maravillas del paisaje suizo, pasamos por el Furkapass. Este puerto de montaña es famoso por la espectacularidad de sus carreteras tipo escalextric y porque se rodó una famosa escena de persecución  de coches en una película de James Bond. En las siguientes fotos podeis apreciar parte del encanto de estas carreteras.

Una vez pasado en Furkapass en media hora llegamos a Brienz . El alojamiento lo teníamos en un albergue ubicado en el borde del lago Brienz: La habitación era pequeña, pero la vista desde la ventana era impresionante. 

 

 

Después decomer nos fuimos a visitar el pueblo. En él se encuentra el "Bruhngasse", conocido más allá de las fronteras del país como el "callejón más bello de Europa". La mayoría de las casas del callejón datan del siglo XVIII, estando adornadas por esculturas en madera. A Mario y a David no les acabó de convencer esta afirmación y de vuelta al albergue estuvieron discutiendo sobre si en Cornellá existe una calle con más encanto.

Itinerario en coche Milán-Brienz


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Viaje a Suiza II: Trummelbachfallen - Grindewald - Thun

Segundo dia de viaje y primero de nuestra estancia en Suiza. Después de probar la comodidad de nuestra pequea habitación en el albergue nos levantamos temprano para iniciar un día que resultó ser bastante intenso. 

En primer lugar fuimos hacia Interlaken. Esta localidad se encuentra  ubicada en Berna Oberland en un terreno aluvial entre los lagos de Thun y Brienz y dominada por los tres colosos de piedra, los montes Eiger, Mönch y Jungfrau. La ciudad es el punto de partida para numerosas actividades y desde allí fuimos hacia nuestra primera parada: las cataratas de trummelbachfallen.

 

Los Saltos del Trümmelbach constituyen la única cascada de origen glacial con acceso subterráneo. Están conectados con el exterior por medio de un ascensor, galerías, un túnel, además de senderos y plataformas. Sus saltos conducen las aguas de deshielos provenientes del glaciar del monte Jungfrau. Mario y David purden dar fe del frío que hacía en el interior de las galerías. Por cierto estas cataratas tienen el único parking gratuito de toda Suiza.

A la salida de las cascadas cogimos el coche y fuimos a Grindelwald. En este pequeño pueblo se pueden coger telesféricos en todas direcciones. Nuestra elección fue Bort, punto intermedio hacia la montaña de Fist. En este punto de la montaña hicimos uno de los mejores picnics de nuestra vida, ya que la vista de todo el valle hacía que nos costase concentrarnos en la comida.

El descenso de montaña lo realizamos a pie. Creo que Mario y David nunca han visto tanto saltamontes saltar a nuestro alrededor. Al llegar nuevamente a Grindelwald volvimos a coger el coche y nos dirigimos a Thun, ciudad con mucho encanto emplazada en el extremo inferior del lago del mismo nombre. A destacar su puente de madera y el castillo  colina del siglo XII.

 

 

Viaje a Suiza III: Subida a Jungfrau

Tercer día y expectantes hacia lo que era la excursión estrella del viaje: la subida al Jungfrau. Esta montaña de 3500 metros es conocida porque es el punto más alto de Europa donde se puede subir en tren. El punto de partida es Interlaken, pero nosotros decidimos coger el tren en Grindewald.

 

EL tiempo total de subida desde esta estación es de 3 horas, ya que el tren sube por via normal hasta Kleine Scheidegg, pero a partir de ahí te has de montar en otro tren cremallera que sube hasta arriba por el interior de la montaña del Jungfrau. 

Al llegar arriba, y una vez acostumbrados a la altura, nos fuimos raudos a ver el palacio de hielo. Aquí, y tal como dice su nombre, todo es de hielo: pared, suelos, bancos y esculturas. David se cayó un  par de veces porque has de ir caminando como si tuvieses patines.

Al final del palacio de hielo está la salida al pico de la montaña. Desde aquí se puede ver el glaciar y cómo algunos aventureros llegan a pie desde la falda dela montaña. Solo decir que la temperatura era de -10 bajo cero. La foto en que posamos toda la familia lo dice todo...

 

Tras comer fuimos a un mirador  y de allí salimos a la parte sur de la montaña, desde la que se puede esquiar y jugar con tirolinas o trineos. El frío hizo que Mario y David no aprovechasen la gran cantidad de nieve que había, ya que era difícil estar mucho tiempo fuera del refugio.

Viaje a Suiza IV: Luzerna y alrededores

Cuarto día en el país helvético y en esta ocasión decidimos visitar uno de los lugares más bellos de la región: la ciudad de Lucerna y el lago del mismo nombre. Nada más llegar, pudimos comprobar porqué Suiza es uno de los paises más ricos de Europa: solo en el trayecto del párking al centro vimos nada menos que 6 ferraris. Mario, cada vez que veía uno gritaba: "Mira para ...otrooooo".

La imagen de la ciudad de Lucerna es caracterizada por el puente medieval Kapellbrücke, con sus frontones pintados uno de los puentes techados de madera más antiguos de Europa. El día que estuvimos visitando la ciudad estuvimos de suerte, ya que alrededor del puente se celebraba un pintoresco mercadillo de comida, y pudimos apreciar por enésima ocasión lo caro que es Suiza.

 

Otra de los aspectos interesantes de Lucerna son las casas históricas, adornadas de frescos, y las numerosas fuentes. Ambas cosas se hallan en el casco antiguo, cerrado a los coches.

Después de comer fuimos a dar una vuelta en coche por el lago de Lucerna. La primera parada fue para que Mario y David se pudiesen dar un baño rodeados de cisnes. Creo que el agua estaba helada, pero eso no pareció amedrantarles en su propósito (por cierto a falta de bañador buenos son calzoncillos).

Viaje a Suiza V: Salida de Brienz y llegada a Friburgo

Después de pasar 4 noches en el albergue de Brienz, llegó el momento de marchar hacia nuestro siguiente destino: Friburgo. En el camino volvimos a pasar por Thun e Interlaken y, de camino hacia Berna, dejamos atrás las maravillosas montañas de los Alpes.

Nuestra primera parada fue Berna. Aquí les esperaba a Mario y David una sopresa, puesto que no sabían que una de las principales atracciones turísticas de la ciudad son los osos en cautividad que se encuentran en la entrada de la villa (hay que recordar que el oso es el emblema de Berna).

De todas maneras el verdadero encanto de la ciudad es la calle principal, la cual contiene ambos lados el paseo porticado más largo de Europa. En esta ocasión Rosa tuvo mala suerte, ya que era fiesta en Berna y todas las tiendas del paseo estaban cerradas. Sin embargo pudimos disfrutar de un agradable paseo y, por una vez, del placer de comer en un restaurante por un precio asequible.

Tras dejar Berna llegamos a Frigurgo. Después de descansar fuimos a dar un paseo por la ciudad. Y aquí nos llevamos una pequeña decepción, puesto que Friburgo no tiene nada especial. Quizá lo que más nos gustó fue el albergue donde nos hospedamos, el cual formaba parte de un complejo hospitalario del siglo XVIII.

Itinerario en coche Brienz-Berna-Friburgo


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Viaje a Suiza VI: Montreux - Chillon - Gruyeres

Tras pasar nuestra primera noche en Friburgo nos levantamos temprano para ver una de las cosas más esperadas por Mario y David: el monumento a Freddie Mercury en Montreux: para ello cogimos el coche y, recorriendo carreteras comarcales, fuimos directos a Montreux. EL porqué de coger esta ruta y no la autopista es porque desde la carretera tienes la oportunidad de ver el lago Léman desde la colina que hay a la entrada de la ciudad.

Una vez en Montreux fuimos directos al paseo marítimo para ver la estatua de nuestro amado Freddie. Señalar que, salvo el monumento, la ciudad tiene poco que visitar. Lo único es que si eres amante de la música hay numerosas tiendas de recuerdos de todos los artistas que han pasado por sus famosos estudios de grabación.

Después de comer fuimos directos al castillo de Chillón, situado a las afueras de Montreux. Esta fortaleza se empezó a cosntruir en el siglo XII y hasta el XVI perteneció a los condes de Saboya. Más tarde fue utilizado como puesto fronterizo y como cárcel.

Es muy recomendable su visita, puesto que a lo bien conservado que se encuentra se une un perfecto itinerario por su interior que da una perfecta visión de cómo se vivía en el castillo. A destacar las mazmorras con sus paredes hechas de la roca donde está situado el castillo y su torre defensiva, que aporta una visión muy bonita del lago Léman.

De vuelta a Friburgo fuimos a pasar la tarde a Gruyeres. Tal como indica su nombre es la localidad que ha hecho famoso el queso que se fabrica en sus queserías. Pero lo recomendable es pasear por sus calles, puesto que el verdadero encanto de la villa es aspecto de pueblecito de cuento. Y a destacar una cosa que no indica ninguna guía de viajes: en el corazón de Gruyeres se encuentra el bar-museo de Giger, famoso por ser el creador del monstruo de Alien.

 


Itinerario en coche Friburgo-Montreux-Gruyeres


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