Después de dos días maravillosos en Meteora continuamos nuestra ruta hacia Atenas, pero antes de llegar a la capital griega hicimos una parada que todo viajero debe hacer si está en el país helénico: Delfos.
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Roca de la pitonisa |
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Rosa y el Templo de Apolo al fondo |
Esta localidad el famosa porque estaba ubicado el oráculo. Cuenta la motología que en Delfos había caído el «ónfalos», la piedra que señalaba el centro del mundo. El dios Apolo fundó entoces uno de sus principales santuarios, después de vencer a la
serpiente Pitón, que allí vivía, para apoderarse de su sabiduría.
Estableció su oráculo, al que acudían los griegos para preguntar a los
dioses sobre todo tipo de cuestiones, haciendo que una sacerdotisa,
llamada Pitia o Pitonisa, en memoria de la serpiente Pitó, transmitiera
las respuestas. Delfos llegó a ser el centro religioso del mundo
helénico.
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Rosa y el tesoro de los atenienses |
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David ante uno de los numerosos tesoros de Delfos |
Actualmente, Delfos es un pequeño pueblo turístico ubicado en la ladera sur del monte Parnaso, con unas vistas sorprendentes del valle y el mar. La mayor parte de los hoteles y bares tienen excelentes miradores y cualquiera de ellos es altamente recomendable para comer.
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Vistas impresionantes desde la parte más alta de Delfos |
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Gustavo y Mario con el templo de Apolo y el tesoro de los atenienses al fondo |
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David ante el teatro de Delfos |
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