La temporada senderista ha llegado para la familia Álvarez-Ramos y en la primera salida hemos querido realizar una excursión que nos quedó pendiente el pasado año: la subida a Montserrat desde Monistrol. El acceso caminando al monasterio se puede efectuar desde diversos puntos, pero desde Monistrol la subida es un poco más dura, y eso es un aliciente que queríamos probar.
Dejando el coche en el parking de la estación del tren cremallera caminamos hasta la plaza del Ayuntamiento, desde donde se inicia la subida a Montserrat. En un letrero se nos indica el tipo de sendero, distancia y tiempo: Gr-5, 4 kilómetros y unas dos horas de marcha con un desnivel de 750 metros.
Dejando el coche en el parking de la estación del tren cremallera caminamos hasta la plaza del Ayuntamiento, desde donde se inicia la subida a Montserrat. En un letrero se nos indica el tipo de sendero, distancia y tiempo: Gr-5, 4 kilómetros y unas dos horas de marcha con un desnivel de 750 metros.
Tras un pequeño repecho bastante pronunciado nos metemos en un camino rural de unos dos kilómetros de longitud. A mitad de camino hay una bifurcación con un poster indicador que nos avisa que el GR-5 continua recto por el "Camí de les Canals".
El camino está muy marcado; tanto por el paso de excursionistas como por marcas de GR y de diversas pruebas deportivas que se realizan en la zona. Las subidas se combinan con suaves flanqueos que ayudan a relajar las piernas, en poco tiempo alcanzamos altura.
Aprovechando una parada para reponer fuerzas, Mario y David construyeron su habitual señal para caminantes. Si alguien ve estas piedras sabrá que nuestros amiguetes estuvieron allí.
El camino está muy marcado; tanto por el paso de excursionistas como por marcas de GR y de diversas pruebas deportivas que se realizan en la zona. Las subidas se combinan con suaves flanqueos que ayudan a relajar las piernas, en poco tiempo alcanzamos altura.
Aprovechando una parada para reponer fuerzas, Mario y David construyeron su habitual señal para caminantes. Si alguien ve estas piedras sabrá que nuestros amiguetes estuvieron allí.
El camino se estrecha y se vuelve frondoso, limitado lateralmente por varios tubos de canalización que seguiremos hasta los pies de las escaleras que nos conducen al Monasterio de Montserrat. Es el tramo más duro con diferencia, ya que por momentos no parece que la subida termine, pero aquí se ha visto que ahora son Mario y David los que tiran del resto de la familia.
Tras dos horas de marcha por fin llegamos al monasterio. La vuelta la realizamos en el tren cremallera, ya que a nuestros pequeñajos les hacía más ilusión bajar a Monistrol de esa manera.
Para el que quiera repetir la misma caminata que nosotros aquí os dejamos un plano de situación:
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