La tercera escala de nuestro viaje fue Atenas, cuna de la civilización occidental y el origen de la
democracia. Nuestro hotel estaba bastante céntrico, con unas vistas espectaculares de la Acrópolis desde su terraza y una piscina que hizo que Mario y David pudiesen soportar mejor el agobiante calor ateniense.
David en la piscina del hotel y la Acrópolis al fondo
Atenas se puede visitar perfectamente en tres días, ya que todo su interés se centra en la zona de la Acrópolis y Ágora y sus barrios circundantes la Plaka y Monastikari. Nuestra primera visita fue subir a la Acrópolis y ver sus templos sagrados: el Partenón, el Erecteion, el templo de Atenea Niké ..etc. Mario y David no pararon de preguntar el porqué estaba todo tan roto.
Frente al teatro de Herdodes Atico
Mario y David en la cara norte del Partenón
Mario y Gustavo con las cariátides al fondo
La segunda visita arqueológico obligada es el Ágora, recinto social y político de la antigua Atenas y donde en la actualidad se encuentra el mejor templo griego conservado: el templo de Hefesto.
Mario, Rosa y David frente al templo de Hefesto
Templo de Hefesto
Ágora de Atenas
En cuanto a la Plaka es el barrio más antiguo y la zona turística por excelencia de Atenas. Es la zona más popular, pintoresca y lugar altamente recomendable para buscar un restaurante donde comer (fue bastante pintoresca la cena de nuestra última noche con un hombre bailando el sirtaki al lado de nuestra mesa sin parar). En la calle Adrianú, que recorre el
centro de Plaka, es donde Rosa mejor se lo pasó con sus tiendas pintorescas
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