La última etapa del viaje fue Eslovenia, donde visitamos su capital Libliana y el castillo de Predjama. Visitar la capital del país es altamente recomendable ya que es una ciudad pequeña pero muy bonita y acojedora. En un día se puede ver prácticamente en su totalidad, aunque su principal atractivo es pasear por sus calles.
Algunos de los puntos imprescindibles en este paseo son: la Plaza del Ayuntamiento, la Catedral de San Nicolás, el puente del Dragón (símbolo de la ciudad) y el Triple Puente. Otro punto de interés es subir al castillo, donde se pueden ver exposiciones o cenar en un precioso restaurante con vistas a la ciudad. A Mario y David les gustó mucho la exposición de marionetas, ya que pudieron disfrutar manejándolas el tiempo que quisieron.
Mario, Rosa y David en el triple puente
Es castillo de Liubliana en segundo plano
Mario en el puente de los candados
Mario y David en el puente de los dragones
David de paseo por las calles de Liubliana
De paseo por las terrazas del río
Mario, Rosa y David
David jugando con la lluvia artificial
Mario y David jugando con la marionetas de la exposición del castillo
Rosa y David en la esplanada del castillo
Selfie con Liubliana al fondo
En los dos siguientes videos vemos la crónica de David y la "obra" que montaron Mario y David con las marionetas del castillo.
El castillo de Predjama está situado en un precipicio de 123 metros de altura y se construyó en la entrada de una cueva. Se hizo famoso gracias a la leyenda del caballero Erazem Lueger,
que tiene tintes de Robin Hood: era un barón que robaba a los ricos
para dárselo a los pobres y que combatió al orden establecido.
Mario y David a la llegada al castillo de Predjama
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