El pasado fin de semana nos fuimos a conocer la Cerdaña francesa. Nuestro viaje iba a ser diferente por el hecho de que se sumaba el nuevo componente de la familia: nuestro gato Tyrion.
Durante el fin de semana visitamos los pueblos más interesantes de la zona. En primer lugar fuimos a visitar Mont-Louis, un pueblecito encerrado en una fortaleza diseñada y construido por el maestro de construcciones defensivas Vauban.
La última etapa del viaje fue Eslovenia, donde visitamos su capital Libliana y el castillo de Predjama. Visitar la capital del país es altamente recomendable ya que es una ciudad pequeña pero muy bonita y acojedora. En un día se puede ver prácticamente en su totalidad, aunque su principal atractivo es pasear por sus calles.
Algunos de los puntos imprescindibles en este paseo son: la Plaza del Ayuntamiento, la Catedral de San Nicolás, el puente del Dragón (símbolo de la ciudad) y el Triple Puente. Otro punto de interés es subir al castillo, donde se pueden ver exposiciones o cenar en un precioso restaurante con vistas a la ciudad. A Mario y David les gustó mucho la exposición de marionetas, ya que pudieron disfrutar manejándolas el tiempo que quisieron.
Mario, Rosa y David en el triple puente
Es castillo de Liubliana en segundo plano
Mario en el puente de los candados
Mario y David en el puente de los dragones
David de paseo por las calles de Liubliana
De paseo por las terrazas del río
Mario, Rosa y David
David jugando con la lluvia artificial
Mario y David jugando con la marionetas de la exposición del castillo
Rosa y David en la esplanada del castillo
Selfie con Liubliana al fondo
En los dos siguientes videos vemos la crónica de David y la "obra" que montaron Mario y David con las marionetas del castillo.
El castillo de Predjama está situado en un precipicio de 123 metros de altura y se construyó en la entrada de una cueva. Se hizo famoso gracias a la leyenda del caballero Erazem Lueger,
que tiene tintes de Robin Hood: era un barón que robaba a los ricos
para dárselo a los pobres y que combatió al orden establecido.
Mario y David a la llegada al castillo de Predjama
Tras pasar dos días maravillosos en Split nos desplazamos al norte de Croacia para visitar el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice. Declarado Patrimonio de la UNESCO en 1979, el parque abarca 33.000 hectáreas,
de las cuales sólo unas 800 comprenden la zona de lagos donde se
concentra el turismo.
Por su ubicación, lejos de grandes ciudades y aeropuertos
internacionales, hay que visitar Plitvice en coche. Una vez allí, se necesita al menos una día entero para poder hacer el recorrido completo sin
demasiadas prisas. En todo caso, es
recomendable dormir en la zona la noche anterior para poder empezar la
visita temprano. Por nuestra parte pasamos la noche en la casa de Iván, una familia croata que tenía su segunda residencia en medio del bosque. Nos invitaron a pasar con ellos la tarde y nos invitaron a maíz y vino.
Mario y David delante de nuestra casa en la montaña de Plitvice
Con Iván y su familia
Recogiendo mazorcas de maíz para el desayuno
Rosa en la entrada al parque de Plitvice
Cogiendo el barco que te lleva al inicio del itinerario del parque
Padre e hijo al inicio del itinerario
Selfie de la familia
Ante una de las numerosas cascadas del parque
David de pose
Mario y David
Mario en la pasarela de uno de los numerosos lagos
Una vez dejamos atrás Ston, nuestra próxima parada fue Split, la ciudad más importante de la costa Dálmata.
Sin duda el monumento y atracción más destacado de Split es el Núcleo histórico con el Palacio de Diocleciano, Patrimonio de la Humanidad.
El Emperador Diocleciano construyó el Palacio entre los siglos III y IV. Después de su muerte el palacio se fue convirtiendo en una ciudad.
El centro histórico ha llegado a nuestros días, después de tantos siglos, como una amalgama de calles medievales, restos romanos y palacios góticos y renacentistas.
Dentro del recinto del Palacio se encuentran el Templo de Júpiter, reconvertido en el Baptisterio de San Juan (Sveti Ivan), el Mausoleo de Diocleciano, que pasó a ser una Catedral consagrada a San Doimo (Sveti Dujam) y el Peristilo, que servía para rendir culto al Emperador.
El Palacio está fortificado. Sus murallas tienen 16 torres dispuestas alrededor de todo el recinto. Había 4 puertas, llamadas Porta Aurea (Puerta de Oro), al norte, Porta Argentea (Puerta de Plata), Porta Ferrea (Puerta de Hierro) y la Porta Aenea (Puerta Marítima).
Las tres puertas terrestres daban al cardo y al decumanus, las calles que se cruzaban en el centro del Palacio.
Mario y David ante la estatua de Gregorio Nin
Mario y David tocando el pie de la buena suerte de la estatua de Gregorio Nin
Mario, Rosa y David en la plaza central del palacio
En la plaza Narodni por la noche
Instantanea de una de la habitaciones del palacio
Mario, Rosa y David ante el antiguo mausoleo de Diocleciano
Posando con "soldados romanos" en la plaza del Palacio
En la calle Marmontova, una de las más transitadas de Split
El paseo marítimo
Posando en el parque de la entrada al palacio
Todavía más distante de Split, pero siempre dentro del radio de las
pequeñas excursiones en coche por los alrededores de la ciudad, se
encuentra Trogir, la más interesante de las muchas y bien conservadas
ciudades amuralladas de la costa.
Mario comiendo patatas fritas en el paseo marítimo de Trogir
Mario y David en la plaza central de Trogitr
Aquí teneis un video de David realizando una breve explicación de la historia de Split