martes, 29 de noviembre de 2016

Ston

Una vez visto Dubrovnik nos posimos en marcha hacia Split, la capital de la Dalmacia. Pero antes no quisimos desaprovechar la oportunidad de visitar las murallas de Ston.



Se dice que La Muralla de Ston es el segundo sistema defensivo más grande del mundo, después de la Muralla China, por eso se la conoce con el sobrenombre de “la muralla china europea”Tiene forma de pentágono y se terminó en el siglo XV, junto con sus cuarenta torres y cinco fortalezas. Es la segunda muralla más larga de Europa, sólo superada por el Muro de Adriano, entre Escocia e Inglaterra.

Su longitud total es de 7 km, aunque fuera de la ciudad tiene una circunferencia de 5 km que se extiende hasta Mali Ston, pequeño pueblo con casas del s. XV y en donde se encuentran los criaderos de mejillones y ostras.

Mario y David antes de iniciar la subida a las murallas de Ston

En plena subida

Rosa con la imagen del pueblo de Ston al fondo

Vistas del paisaje que se se desde una de las torres de la muralla

Torre sur

Mario y David degustando ls mejores ostras del Mediterraneo

Dubrovnik

Tras tres maravillosos dísa en Hvar pusimos rumbo a nuestra siguiente parada: Dubrovnik. Para ello tuvimos que ir a la Sucuraj, en la otra punta de la isla y coger el ferry a Dvrenik, en el continente. 


En primer lugar tuvimos que ir a Mlini,  que era donde teníamos el apartamento. Esta ciudad está a unos 5 kilómetros de Dubrovnik. Desde allí se puede coger un autobús de línea que te deja en la misma puerta de la ciudad medieval.
A punto de bañarnos en la playa de Mlini
Dubrovnik (la antigua Ragusa) es la capital del condado Dubrovnik-Neretva. La ciudad de Dubrovnik fue dominada por los Bizantinos, venecianos, húngaros y turcos. En 1272 fue dirigida por un gobierno aristocrática alcanzando su máximo esplendor en el comercio europeoa. El declive de Dubrovnik tiene su origen cuando en 1667 un terremoto asola la ciudad. Posteriormente pasa a ser propiedad de Austria.

Una de las ciudades que mas sufrió la guerra contra Serbia fue Dubrovnik, de hecho sus heridas aun no se han cerrado a pesar de los grandes esfuerzos que se realizan para que esta bella ciudad brille como lo hizo antaño. Fue bombardeada duramente en 1991, cayeron mas de 2000 bombas durante el día 6 de Diciembre, por ello la mayoría de sus edificios y viviendas son nuevas, ya que miles de casas fueron destruidas.

A la antigua ciudad mediaval se entra por la Puerta de Pile,  erigida entre los siglos XIV y XV. Desde aquí accedemos a una amplia calle de piedra, la Placa o Stradum, que nos conducirá a la zona más aristocrática, donde podemos encontrar palacios simétricos de estilo barroco que nos llevan a la Plaza Luza.
 
Puerta de Pile. Entrada principal de Dubrovnik

Rosa y David en la famosa fuente de Onofrio

Rosa, Mario y David en el Stradum, la calle más transitada de Dubrovnik

Rosa en la plaza Luza

Gustavo, Mario y David con sus compras de Game of Thrones
Nada más pasar la Puerta de Pile, nos encontramos a la derecha con el punto de acceso a las murallas. Comenzamos el recorrido por una de los puntos más importantes de Dubrovnik: las murallas medievales que rodean el centro viejo de la ciudad. Con casi 2 Km de longitud es uno de los lugares más turísticos de la antigua Ragusa, y tras siglos de historia se conservan en muy buen estado.

David en las murallas

La familia Álvarez Ramos

Vista aerea de Dubrovnik

Rosa y la fuente de Onofrio al fondo

Rosa en una de las numerosas calles que desembocan en el Stradum
Mario con la catedral al fondo

lunes, 28 de noviembre de 2016

Hvar

Tras dos días en la Toscana pusimos rumbo a Croacia. Nuestra primera parada fue la isla de Hvar. Esta isla es conocida como la "Ibiza del Adriático" por su ambiente de marcha y lujo y por la planta de Lavanda. Esta planta crece por todo Hvar, por lo que es habitual comprar en cualquiera de sus pueblos productos hecho con ella: miel, aceite ..etc 

David a punto de coger el ferry de Ancona a Hvar
Rosa, Mario y David en la plaza de la Iglesia de Hvar
El ferry nos llevó desde Ancona a Stari Grad y desde allí fuimos al pueblo de Hvar, que es donde teníamos el apartamento. Durante los días de estancia fuimos a visitar Jelsa, un pueblecito precioso que se encuentra en el norte de la isla y Stari Grad, donde nos comimos los sabrosos mejillones al vapor.

Mario y David en el apartamento. Al fondo las islas Pakleni

Jugando en un parque acuático de Jelsa

Paseando por Jelsa

A punto de cenar en un típico restaurante de Stari Grad

Mario y David en el paseo de la costa de Hvar

Puerto de Hvar






La famila Álvarez-Ramos al completo
Otra cosa imprescindible a visitar son las islas Pakleni, situadas muy cerca del pueblo de Hvar. A ellas se puede llegar dos maneras: alquilando un bote o cogiendo un transporte que te lleva y trae de vuelta. Estos últimos son muy abundantes en el puerto de Hvar. Nosotros fuimos al islote de Jerolim, altamente recomendable por sus calas naturistas y ambiente relajado.

Rosa, Mario y David en Jerolim. Islas Pakleni
David echando una siesta en uno de los locales de la isla

Entrada a la playa naturista de Jerolim

Mario y David jugando en el agua
David descansando tras un baño
Mario antes del baño

Tomando una cerveza en el bar del bosque de Jerolim
Rosa, Mario y David en el castillo de Hvar

Entrada destacada

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