martes, 6 de enero de 2015

Viaje a Alemania VI: Selva Negra

Nuestra última etapa en el viaje discurrió en la Selva Negra. Dejamos esta zona de Alemania para el final porque queríamos descansar unos días entre montes, bosques y prados.


Nuestro alojamiento estaba cerca de uno de los pueblos más bonitos de la Selva Negra: Triberg. Como queríamos disfrutar de tranquilidad, buscamos una casa típica de la zona donde dormir. El resultado fue el esperado en todos los sentidos.  Por un lado la casa,  solitaria en lo alto de una colina, nos permitió realizar paseos dentro de los famosos bosques de la Selva negra, pero por otro lado tuvimos que relacionarnos con la dueña, una mujer anciana que solo hablaba alemán.

Vista de la casa desde la carretera
Mario, David y Rosa ante la entrada del restaurante

Vista de la casa
Sitios que fuimos a visitar: Triberg es quizá el pueblo más conocido de la Selva Negra y uno de los principales focos de turismo de la región. Son famosas sus cataratas que se venden como las más altas de Alemania sin serlo -pero que son preciosas en todo caso- y sus relojes de cuco (entre ellos los dos que rivalizan por ser el más grande del mundo).

Mario, David y Rosa a punto de subir a las cataratas
Con ls cataratas el fondo
Paseando por las calles de Triberg
El lago Titisse es punto de encuentro de la gente que quiere realizar actividades acuáticas. El pueblo que lo rodea es encantador. David y Mario se bañaron en sus gélidas aguas ante el asombro de la gente.

Rosa y Gustavo en el lago Titisse

Paseando por el parque que hay alrededor del lago


Pero quizá el principal encanto de la Selva Negra es conducir sin parar por sus serpenteantes carreteras. Así pudimosvisitar desde ciudades grandes como Friburgo o pequeñas como Gegenbach. 

Plaza de Gegenbach
Rosa en trance
Hay más vacas que en Holanda
Por último, aquí tenéis un par de videos que rodaron Mario y David antes de subir a las cataratas de Triberg.



jueves, 1 de enero de 2015

Viaje a Alemania V: Berlín

Después de nuestra estancia en Praga volvimos a cargar las maletas para ir hacia Berlín.


En la capital Alemana estuvimos tres noches. Nuestro apartamento estaba ubicado en la zona centro, cerca del zoo, por lo que podíamos ir caminando a cualquier sitio de interés. Berlín no es una ciudad bonita para pasear ya que, al haber sido totalmente reconstruida tras la segunda guerra mundial, las calles y edificios han perdido el encanto que pudieron tener. 

En cuanto a las zonas a visitar en Berlín, el gran eje será el que une la Columna de la Victoria en el gran parque Tiergarten, junto al que está la sede del Parlamente alemán, el Reichstag ( si se quiere visitar es imprescindible coger visita previa en la página web del parlamento alemán) pasando por la Puerta de Brandeburgo.

Mario, David y Rosa ante la columna de la victoria
En la puerta de Brandeburgo   







Selfie en el centro de Berlín



Dentro de la cúpula del Reichstag

Vista estarior de la cúpula
Dentro de los pilares del museo del holocausto

En la entrada de los pilares del museo del holocausto


El Muro que separó el este y el oeste de la ciudad desde 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 es otro de los sitios de interés turístico, con puntos destacados como el museo Checkpoint Charlie o los trozos de muro pintado del barrio de East Side Gallery.

El muro del East Side Gallery
El muro de Pink Floyd
Mario, David y Rosa en la parte del muro más famosa del East Side Galle
Y, finalmente,  la Berlín museística, y en concreto, la Isla de los Museos, declarada Patrimonio de la Humanidad. Dicen que Berlín tiene 170 museos. Pero si no eres muy aficionado a los museos, debes apuntar una visita imprescindible, el Museo de Pérgamo.

Mario y David en la isla de los museos
El puente del tren del Berín Oriental
Por último una anécdota a recordar. Ese mismo fin de semana empezaba la liga española y Mario quería ver el partido del Barça. ¿Donde lo vimos? Pues con la peña barcelonista de Berlín  ... !!! y al aire libre ¡¡¡

Mario a punto de ver el Barça - Levante

Viaje a Alemania IV: Praga

Tras tres días maravillos cogimos de nuevo el coche para ir a nuestro nuevo destino: Praga


Nada más llegar dejamos las cosas en el hotel y nos fuimos a la ciudad vieja o Mala Strana. Lo que no sabíamos es que esos días se estaba celebrando el torneo europeo de báquet 3x3. Nuestra suerte fue que esa misma tarde jugaba el Málaga contra un equipo ruso. Mario y David tuvieron la oprtunidad de saludar a los jugadores españoles nada más acabar el partido.

Mario y David con el pivot del equipo español
David con una pitón viva
Después nos fuimos a visitar los lugares emblemáticos de la ciudad: el reloj astronómico, el puente de Carlos, la torre de pólvora ... y para acabar una buena cena en un típico restaurante ubicado en la plaza vieja.

Mario, David y Rosa ante la torre de la pólvora

En el puente de Carlos
Ante el reloj astronómico.
Mario y David posando en una terraza de la plaza vieja
Cenando un rico Goulash
Posando en la plaza vieja



















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