Hacía bastante tiempo que los Álvarez buscaban la manera de pasar un par de días en Toledo. La intención de visitar la ciudad siempre surgía en verano, pero el calor que se sufre cuando se pasea por ella en esos días hacía que no nos acabasemos de decidir. Pero surgió la ocasión de pasar un par de días durante esta semana santa y, ni cortos ni perezosos nos pusimos a buscar alojamiento.
El resultado del viaje no ha podido ser mejor. La ciudad nos ha encantado por diferentes motivos: por un lado esa mezcla religiosa que ha hecho que se la conozca por «la ciudad de las tres culturas» (puesto que ha estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes) y que queda patente en la cantidad de iglesias, sinagogas o mezquitas repartidas por cualquier rincón. Por otro el placer de pasear por el casco antiguo entrando en las tiendas de espadas antiguas o parando a tomar algo en cualquier terraza.
Un aspecto que recomendamos de manera fehaciente es recorrer por la noche el caso antiguo con algunas de las empresas de turismo que se anuncian en la plana de Zocodover. Podemos asegurar que en las dos horas y media de recorrido, Mario y David no se aburrieron debido en gran parte a las numerosas historias que contó el guía.
Para acabar os recomendamos una casa rural ubicada en un cigarral situado en el monte cercano a la ciudad. Aquí tenéis el enlace a su página web.
